Piden la priorización de una profunda mensura judicial que permita una exhaustiva revisión de la propiedad de tierras cuestionadas.
La Coordinadora Nacional por la Recuperación de Tierras Malhabidas reivindicó, comunicado mediante, la lucha por la tierra que se manifiesta con intensidad en estos días en el conflicto desarrollado en Ñacunday, Alto Paraná.
La Coordinadora, que aglutina a las principales organizaciones
campesinas a nivel nacional de nuestro país, se solidariza con “la
lucha encarada por humildes compatriotas durante décadas, llegando
inclusive a poner en riesgo su vida para conquistar un derecho
garantizado por la propia Constitución Nacional”.
Los firmantes del documento aseguran que existen incumplimientos
legales por parte de extranjeros en toda la franja fronteriza y acusan a
los sectores de mayor pode económico “no sólo de fraudulentos sino de
vendepatria” porque defienden intereses económicos frente al saqueo del
patrimonio nacional.
“En esta misma línea, se encuentran el Poder Judicial y varios
parlamentarios, aliados todos para crear la desestabilización, incitando
a la violencia bajo el manto del engaño”, dice el pronunciamiento.
Los campesinos piden al Estado paraguayo que se verifique la
legalidad de la propiedad en cuestión actuando con “todo el rigor y la
firmeza que le corresponde”, pues dudan de los manejos de Tranquilo Favero, el “rey de la soja” que dice ser el propietario.
“Existen muchos datos que dan cuenta del manejo sospechoso de Favero no hoy, sino desde hace décadas”, asevera el comunicado.
Cerco mediático
Las organizaciones campesinas lamentan, a través del documento, “el
cerco mediático levantado alrededor de toda la población paraguaya”.
Sostienen que la historia de las tierras de Ñacunday es escondida o
presentada “en forma parcial y/o tergiversada”. Según el escrito,
existen ocasiones que se informa sobre el carácter público de las
tierras, “pero en la misma crónica ya son confrontadas por el medio que
las publica”.
“Cada vez podemos notar más el carácter antidemocrático del acceso a
la información que proponen los grupos de poder que concentran la
propiedad sobre los medios masivos de comunicación”, afirma el
pronunciamiento.
Cuestionamiento y apoyo
Los campesinos cuestionan “duramente a altos exponentes del gobierno”
pues ante amenazas y provocaciones “de la oligarquía”, tienen actitudes
vacilantes. A criterio de los dirigentes de la Coordinadora, “deja un
nefasto precedente a la hora de combatir la corhttp://ea.com.py/rupción y el saqueo del
que ha sido objeto el Estado paraguayo y su pueblo”.
No obstante, manifiestan claramente su apoyo al presidente del
Instituto de Desarrollo Rural y de la Tierra (INDERT), Marciano Barreto,
pues su administración es “probablemente la mejor de todo el periodo de
transición, desde 1989 a esta parte, y ni hablar en comparación con las
macabras administraciones de la dictadura stronista”.
Apoyan, asimismo, la labor de las Fuerzas Armadas “en la patriótica
tarea de resguardar la seguridad fronteriza” y deslindan posiciones con
respecto a la dirigencia de la Liga Nacional de Carperos.
Agenda de discusión
Finalmente, la Coordinadora Nacional por la Recuperación de Tierras
Malhabidas hace un llamado a todas las organizaciones del sector campesino
para organizar una agenda a discutir con el presidente Fernando Lugo la
“organización de un espacio de debate que permita la articulación de
fuerzas con la capacidad de confrontar a todos los terratenientes, los
comerciantes y los empresarios que trabajan en la ilegalidad y atentan
contra el interés nacional”.
Según el pronunciamiento, esto puede derivar en “la priorización de
una profunda y pública mensura judicial que permita una exhaustiva
revisión de la tenencia de la tierra, que sabemos es a todas luces
injusta en nuestro querido Paraguay”.
Fotografía: Laguarura.
Fuente: E´a
Fuente: E´a
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