¿Por qué existe el hambre?

 

Un articulo y análisis realizado por Eduardo Arce recordando el Día Mundial de la Alimentación. 

Se celebró el 16 de octubre el Día Mundial de la Alimentación, un buen momento para tener presente las alarmantes cifras con respecto al hambre en el mundo y analizar por qué hay gente que sufre ese flagelo si hay tantos alimentos y cómo solucionar el problema.  




Fuente: El Polvorin
A nivel mundial, 870 millones de personas pasan hambre, es decir, el 12% de toda la población mundial. La mayor parte se encuentra en África, con un 22%, y la menor cantidad en América Latina, con 8,3%.
Cada seis segundos un niño muere de hambre en el mundo, según la subsecretaria mexicana de Exteriores Lourdes Aranda.
En África, la batalla se está perdiendo: entre 1990 y 2012 se ha registrado un incremento de cerca de 64 millones de personas que pasan hambre en ese continente.
En nuestro continente, América Latina, 49 millones de personas pasan hambre, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
En Paraguay, que según el representante de la FAO Jorge Meza es el país de la región con más alto porcentaje de personas con problemas de subnutrición, el 25% de su población –una de cada cuatro personas-, pasa hambre y que ese grupo principalmente vive en zonas rurales y está compuesto por indígenas.
Según la FAO, no se ha registrado avance alguno, o incluso ha habido un deterioro, en el caso de países como Paraguay.
“Tenemos un país con muchos recursos y potencial productivo enorme y se está utilizando para la exportación de alimentos, pero hay que mirar casa adentro para fortalecer el acceso a los alimentos”, señaló Meza a Radio Cardinal de Asunción.
A criterio de la FAO, el desperdicio de alimentos debido a los sistemas de transporte o lo que los agricultores tiran a la basura porque no pueden trasladar sus alimentos a los mercados por el alto costo del transporte y comercialización e incluso la inadecuada manipulación después de la cosecha son causas por las que existen más alimentos que gente.
En el mundo se produce alimento para 12 mil millones de personas y solamente somos 7.000 millones. Aunque en los últimos 20 años se logró disminuir en cierta medida el número de personas con hambre, aún hoy existen 870 millones de personas que no comen diariamente, y por esa razón, mueren.

Causas políticas de la existencia del hambre



¿Si la producción de alimentos sobrepasa a la cantidad de habitantes, por qué todavía existe el hambre?
Como afirma acertadamente Esther Vivas en el diario español El País, “El hambre no es una fatalidad inevitable que afecta a determinados países”.
Hoy, los alimentos se han convertido en una mercancía y su función principal, alimentarnos, ha quedado en un segundo plano.
¿Quiénes controlan los recursos naturales (tierra, agua, semillas) que permiten la producción de comida? ¿A quiénes benefician las políticas agrícolas y alimentarias?
Tras analizar brevemente el escenario alimentario del planeta podemos confirmar que está controlado por un reducido grupo de corporaciones trasnacionales que procesan y distribuyen un considerable porcentaje del alimento que se consume en el mundo.

Estas trasnacionales fijan sus precios a partir de un criterio simple: estrategias de mercado orientadas a generar mayores dividendos sin tomar en cuenta el impacto que éstas tienen para la población mundial, en especial para los habitantes de los países económicamente más vulnerables.
Sumado a lo anterior, existen fenómenos específicos que privan diariamente a millones de personas de satisfacer las necesidades básicas en torno a su alimentación.

Por un lado, miles de campesinos alrededor del mundo han perdido sus tierras ante compañías transnacionales que las adquieren para cultivar alimentos a bajo costo y posteriormente comercializarlos en países en donde la demanda se corresponde con un poder adquisitivo suficiente para cumplir con sus expectativas mercantiles.
Por otro, los precios de los alimentos básicos generalmente se determinan, al menos en un plano masivo, en bolsas de valores como la de Chicago, Londres o París.

Y si a esto agregamos que actualmente la gran mayoría de la compra-venta de estas mercancías no implica un intercambio real, sino que es de carácter especulativo, tenemos consecuencias como el incremento en los precios de productos que forman la canasta básica de diversas poblaciones.
Aparentemente estas son las causas responsables del nefasto fenómeno denunciado desde el propio título de este artículo.
Se calcula que desde hace cinco décadas la producción de alimentos se ha triplicado, mientras que la población solo se ha duplicado. Pero esto no es suficiente siquiera para acercarnos a resolver una problemática que mientras siga vigente jamás podremos aspirar, como sociedad mundial, a una condición mínima de dignidad para la raza humana como un conjunto unificado.

¿Por qué si producimos alimento para 12 mil millones de personas todavía existe el hambre? El relator de la ONU para el Derecho a la alimentación, Olivier de Schutter, tiene una respuesta: porque «el hambre es un problema político. Es una cuestión de justicia social y políticas de redistribución”.

Fortalecer la agricultura familiar campesina

Para algunos, se podría transformar este panorama llamando a los gobiernos a que fortalezcan la pequeña agricultura y no cedan a las presiones del agronegocio. En vez de impulsar a los sectores agroexportadores, piden que los gobiernos se comprometan a aumentar el presupuesto para la pequeña agricultura, ya que este sistema es la base de la alimentación de millones de personas en la región y ayuda a generar innumerables empleos en el campo.
La Vía Campesina, por ejemplo, durante la rueda de prensa realizada en Roma (Italia), en el marco de la 39º sesión del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial, llamó la atención sobre la amenaza que pende sobre la agricultura campesina, ya que la cuestión de las inversiones agrícolas deja espacio para más acumulación de tierras, de agua y de recursos naturales.
La organización internacional también señala que las inversiones agrícolas son de importancia extrema y, dependiendo de cómo sean aplicadas, en el agronegocio o en la pequeña agricultura, pueden transformar la realidad del campo en el mundo.
No obstante, mientras el lucro sea el eje del progreso y del desarrollo, como lo es hoy en el mundo capitalista en el que vivimos; mientras el mercado (que todo lo define), la ganancia, la especulación, el consumismo sean las líneas rectoras de la sociedad y mientras haya gobiernos que sostengan este modelo, ni el hambre, ni la pobreza, ni el desempleo y otros tantos flagelos mundiales tendrán solución.

Fuente:  http://ea.com.py/se-producen-alimentos-para-12-mil-millones-de-personas-por-que-existe-el-hambre/

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