"EL NEGOCIO" DE LA COMUNICACIÓN

Bienvenido Grupo Cartes al negocio de la comunicación

El Grupo Cartes, con la compra del Grupo La Nación, cierra una de las patas que los conglomerados económicos se imaginan como tal y que disputan territorios múltiples. 


A Horacio, como a mucha gente, le gustan los cigarrillos.
 
Ya era un tembiguai en la presidencia de la Asociación Paraguaya de Fútbol. Cuando Ramón Díaz llegó a Asunción no se reunió con Alejandro Domínguez Dibb, sino con él, con Horacio Cartes.

 Qué pasó. El Grupo Cartes les ganó el territorio, el de los cigarrillos. Lo ganó por astucia, por venas, por ganas, porque gerenció el negocio desde mozuelo. No pudo el Grupo Domínguez Dibb sostener la bucólica y melancólica idea de hacer todo de upa. De upa la tabacalera, de upa la quiniela, de upa todo.

Como le ha ganado el territorio de los cigarrillos, eso de traer todos los insumos de afuera, empaquetar acá y reenviarlo a otros mercados, ahora le vende su grupo comunicacional, el Grupo La Nación.
No es cualquier transacción comercial entre el adelantado del grupo, el que supo cómo amasar fortuna con sus anteriores tributarios; es una transacción no menor, no de cualquier producto, es de un grupo de comunicación.
El Grupo Cartes, con esta transacción, cierra una de las patas que los conglomerados económicos se imaginan como tal y que disputan territorios múltiples.

Ahora, con esta transacción, el Grupo Cartes puede considerarse, en Paraguay, un grupo de gran porte.
Los medios de comunicación, en esta disputa gigantesca del mercado, son una pata aparentemente imprescindible.

No es una genialidad del Grupo Cartes. Es así. El mercado de capitales, banca financiera por delante, agroexportador y reexportador en nuestros país, y en buena parte de nuestros países del Sur, exige la participación en la producción del pensamiento.

El Grupo Cartes sella de esta manera su territorio de dominio: la reexportación. Traer de afuera todo, como dijimos, y meterlo, previa alimentación del mercado local, de contrabando en los mercados vecinos y no tan vecinos. Los cigarrillos no solo llegan a Brasil, también a Venezuela y Colombia y Estados Unidos.
Y lo peor de todo esto es que el país, lamentablemente, opera como un puerto de tránsito. Y como tal queda muy poco en la economía local.
Pero ese corredor no es solo de cigarrillos, es también de cocaína y armas, principalmente.

Así como el Grupo Vierci encabeza la importación y ratifica su territorio de negocios en ese sentido con la cadena de supermercados para su redistribución y el Grupo Zucolillo el inmobiliario, asociado con las trasnacionales del agronegocio, el Grupo Cartes cierra por el lado de liderar el territorio de la reexportación.

Hace rato que Cartes, desde que se dedicaba a lavar dinero y timbear  con dólares preferenciales, perseguía este objetivo mediático.

Recuerdo que alguna vez Bilo Bó, pichado porque le disputaba el territorio de los cigarrillos, dijo que no le vendería Noticias porque era “un narcotraficante”.
Bienvenido Cartes a este negocio.

Fuerza, compañeros trabajadores de prensa. O hacemos comunicación para el pueblo o la hacemos para las corporaciones.

Sabéis que en las rendijas somos sabios. O podemos serlo.


Fuente: http://ea.com.py/v2/bienvenido-grupo-cartes/


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