¡¡¡ MOVILIZACIÓN EN PARAGUAY ¡¡¡

Protesta y exigencia campesina: un ejemplo a seguir


Son miles de campesinos, pequeños productores, y  cooperativistas que decidieron llegar hasta Asunción para protestar y exigir.

A partir del 1 de abril se instalaron en la Plaza de Armas –frente al edificio del Congreso, en el microcentro asunceño-, e iniciaron sus protestas y exigencias con marchas diarias que generan un gigantesco caos vehicular en la capital paraguaya.

Son miembros de una Coordinadora Nacional Intersectorial, integrada por las Federaciones y Centrales de Cooperativas, la Organización Nacional de Cañicultores (ONC), la Mesa Coordinadora Nacional de Organizaciones Campesinas (MCNOC), Movimiento Agrario y Popular (MAP) y otras organizaciones sociales.

Fuente: cigarrapy
Fuente: cigarrapy

Los pequeños productores protestan contra el gobierno y su desinterés en atender sus reclamos. Protestan por la política del gobierno de abandono y desarraigo de las familias campesinas en medio de los mares de soja y pasturas. Protestan porque el gobierno se desentiende de sus propios proyectos fracasados y las deudas –que no pueden pagar-, les condenan a perder sus tierras, que es donde viven y producen.

Protestan porque mientras se les niega lo que piden para seguir produciendo alimentos para toda la población, el gobierno apoya incondicionalmente y con el dinero del Estado –el dinero de todos-, a los exportadores de soja y carne, a los banqueros, a los supermillonarios.

Protestan porque la paulatina desaparición de la agricultura familiar campesina e indígena a causa del inmisericorde avance de la agricultura mecanizada y el monocultivo de soja, obliga a decenas de miles de campesinos a abandonar su tierra e ir a vivir como parias en las ciudades.

La caída de los precios de los productos agrícolas -como chía y sésamo-, y la dificultad de sacar los alimentos para las familias paraguayas al mercado, el auge del supermercadismo y el avance del modelo agroexportador, produjo pérdidas inconmensurables en los productores minifundiarios. Estas también son las causas de las protestas.

Los cooperativistas también condenan que el gobierno pretenda cobrar impuesto al acto cooperativo, a un acto solidario al que acceden los más pobres, los que no tienen posibilidades de ir a un banco o una financiera porque, sencillamente, no son nada y no tienen garantías que ofrecer. Protestan porque mientras el gobierno impone impuestos a los desposeídos y desarraigados, libera de tributos a sojeros y ganaderos, y otorga subsidios y exenciones de todo tipo a las grandes empresas.

Exigencias y solidaridad

Los manifestantes exigen la condonación de la deuda contraída para la siembra de productos alimenticios; la promulgación de un Proyecto de Ley de Fortalecimiento de la Agricultura Familiar Campesina e Indígena, la legalización de los asentamientos campesinos que aún se encuentran en situación irregular y la derogación de la Ley 5.501/15, que obliga a los socios de las cooperativas al pago del 10 % del IVA sobre el acto cooperativo.

Los cooperativistas asunceños –que también forman parte de la Multisectorial-, se unieron a la protesta-exigencia y las miles de personas se comenzaron a multiplicar porque se sumaron otros sectores: los comerciantes frentistas por donde se construiría el carril único por el que transitaría el metrobús, que reclaman respeto a sus derechos; los transportistas, que protestan contra el pago del doble peaje; los estudiantes secundarios que protestan contra la ministra de educación, Marta Lafuente, pillada en un acto de corrupción y apoyada por el presidente Horacio Cartes; un sector de docentes y tres centrales obreras reunidas en la Plenaria de Centrales Sindicales.

marcha

Sinvergüenzas, holgazanes y oportunistas

El gobierno, que nos tiene acostumbrados a aparecer como sordo, ciego y mudo, manejó a la prensa “independiente”, de manera a dar pequeños y breves espacios a la protesta de los miles de manifestantes en la capital, y preocuparse más por el “caótico tránsito ocasionado por algunos manifestantes”.

En esa misma línea y en su más puro estilo, Horacio Cartes trató de “unos pocos sinvergüenzas” a los manifestantes, en tanto que el diputado Pedro Alliana, presidente del Partido Colorado en el poder, los calificó de “haraganes y oportunistas”. La bancada de ese partido en la Cámara de Diputados anunció que votaría en contra de un proyecto de ley de condonación de dudas a los pequeños agricultores y a favor del impuesto a los actos cooperativos y el ministro de Agricultura y Ganadería, Juan Carlos Baruja, dijo, en conferencia de prensa, que no habrá condonación de deudas porque la entidad que otorgó los préstamos “se quedaría sin fondos”.

Tras estos exabruptos y la ola de críticas que ellos generaron, principalmente en las redes sociales, el ministro Baruja convocó a una reunión para “iniciar una mesa de diálogo”, pero para discutir la posición gubernamental, que estaba sobre la mesa.

 Coordinación y unificación de las protestas

Hoy son decenas de miles de personas descontentas con el gobierno de Horacio Cartes y el Partido Colorado las que están en las calles representando a los más diversos sectores sociales.

El gobierno pretende desoír  y desconocer las protestas para continuar y profundizar sus políticas y medidas económicas neoliberales de manera a entregar el patrimonio del Estado a manos privadas, muy cercanas a él.

Este es el momento de que las organizaciones campesinas en su conjunto, las centrales sindicales (las que no traicionaron a la clase trabajadora), las organizaciones populares, es decir, todos los sectores del pueblo trabajador. articulen fuerzas de manera expresar solidaridad con la sacrificada y esforzada lucha del campesinado pobre y los cooperativistas que de esta manera muestran un camino esperanzador al pueblo trabajador: el camino de que sólo la lucha puede cambiar la vida.


 Fuente:   http://ea.com.py/v2/blogs/protesta-y-exigencia-campesina-un-ejemplo-a-seguir/


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