¡¡¡ POBRE AGUA RICA !!!


Ley de aguas: una legislación muerta para beneficio de las industrializadoras de agua


Por Arístides Ortiz Duarte
Fotomontaje de Mónica Omayra

La ley 3239 de Recursos Hídricos (de agua) es inaplicable por falta de reglamentación. Si tuviera vigencia efectiva, podría proteger las aguas del Acuífero Patiño y las de los demás acuíferos del país para que sigan saciando por mucho tiempo más la sed de millones de paraguayos.
Las aguas de las decenas de acuíferos que posee el Paraguay bajo su superficie geográfica son explotadas, desde siempre, sin reglamentaciones específicas, sin pago de canon, sin límites de cantidad de extracción y sin control de autoridades competentes, ya que la Ley de Recursos Hídricos -sancionada y promulgada en el 2007- de 56 artículos establece disposiciones muy generales que no pueden aplicarse.

Las grandes beneficiadas por la inutilidad de esta ley son las empresas embotelladoras de bebidas alcohólicas, azucaradas y agua mineral como Pulp, Coca Cola, Pepsi, Agua Seltz y Pilsen, las que extraen gratuitamente y sin límites las aguas del acuífero. A estas se suman las otras que también aprovechan gratuitamente las aguas dulce del Patiño: curtiembres, lavaderos de vehículos, empresas agrícolas, frigoríficos de animales vacuno, porcino y avícola y aguaterías privadas, cuyos negocios están ubicados en diversos puntos del Departamento Central sobre el Patiño y extraen con sus inmensos tubos  las aguas subterráneas.



La tendencia de agotamiento de las reservas de agua del Acuífero Patiño fue marcada por el denominado “Estudio de Políticas y Manejo Ambiental de Aguas Subterráneas en el Área Metropolitana de Asunción”, financiado con una cooperación técnica no re-embolsable del gobierno japonés y administrada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). El estudio ejecutado por el consorcio japonés Chou Kaihatsu Corporación (CKC) –una consultora de ingeniería y gerenciamiento- entre el 2005 y el 2007, arrojó resultados con relación a la descarga y recarga anual (balance hídrico) del acuífero, sobre los que se realizó una proyección para los próximos 30 años –del 2005 al 2035.

El cuadro prospectivo hídrico -expresado en miles de millones de litros- presenta (Ver cuadro) un desbalance entre el agua que sale para consumo y para la  industria, la agricultura y el comercio, y el que entra, por vía de las lluvias. El agua que sale del Patiño es cada año más que el que entra. Las industrializadoras contribuyen para este desbalance: para el 2020 estarán extrayendo del acuífero (ver consumo industrial y agrícola) un promedio de alrededor de 50 mil millones de litros de agua cada año.

Fuente: elaborado por el Consorcio japonés Chou Kaihatsu Corporación (CKC)

Fuente: elaborado por el Consorcio japonés Chou Kaihatsu Corporación (CKC)
En este sentido, el artículo 46, inciso “d”, de Ley de Aguas establece, por ejemplo, que  para  “…el otorgamiento de la concesión se abonará un canon que será establecido sobre la base de la naturaleza de la inversión, el impacto sobre el recurso hídrico utilizado y la utilidad social del emprendimiento”. Pero al no fijar monto ni forma de cobro, es letra muerta. Tampoco establece límites en la cantidad de litros de agua que puede ser extraído en un periodo de tiempo del acuífero.

Desde el año en que entró en vigencia, hubo intentos de reglamentar la ley por decreto del Poder Ejecutivo. Durante más de cuatro años -desde el 2008 al 2012-, la Secretaría del Medio Ambiente (Seam), entonces a cargo del arquitecto Oscar Rivas, procuró terminar la elaboración de un proyecto de reglamentación de 116 artículos. Pero nunca pudo terminar en decreto, ya que los intereses de las empresas industrializadoras de agua se opusieron. Hoy ese proyecto duerme en el Ministerio de Agricultura y Ganadería.

Fuente: http://ea.com.py/v2/ley-de-aguas-una-legislacion-muerta-para-beneficio-de-las-industrializadoras-de-agua/

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